miércoles, 6 de noviembre de 2013

Relatografías XXIII - El Ladrón de Genes



Caminaba detrás de aquel tipo delgaducho y enclenque a cierta distancia tratando de disimular, aunque su apariencia le hacía difícil pasar desapercibido. Era alto como una montaña y corpulento como un jugador profesional de fútbol americano. Llevaba el pelo completamente rapado y poseía una mirada capaz de hacer retroceder a un oso grizzli. Aún así, el hombre de mediana edad al que seguía caminaba despistado avanzando por la calle Alcalá sin tener en cuenta todo lo que sucedía a su alrededor.