lunes, 30 de septiembre de 2013

Relatografías XX - Inevitable



La luz del faro, hipnótica como un corazón que late rítmico, rasgaba el vacío de la oscuridad nocturna tratando de abrirse paso entre la inminente tormenta. El viejo farero, cansado, miraba sin ganas el ir y venir de las olas a través de los sucios cristales. Ya quedaban pocos como él. Ya casi todos los faros eran automáticos y solo recibían personal cuando había que realizar alguna tarea de mantenimiento. Él, sin embargo, vivía allí solitario como se hacía antiguamente, pendiente de cualquier contratiempo que pudiera ocurrir.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Relatografías XIX - Más antiguo que los Dioses



Cuenta la leyenda que los Razkhirr viven entre nosotros desde el principio de los tiempos. Se dice que son seres poderosos, malvados y crueles que desde las sombras nos observan juzgando nuestras acciones. No son dioses ni tampoco demonios, son algo aún más antiguo. Se dice también que conocen nuestros pensamientos mejor que nosotros mismos y que se alimentan de la sangre impía y corrupta de los débiles humanos. Dice la leyenda que si ves a uno de ellos puedes estar seguro que ese será el momento de tu muerte.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Relatografías XVIII - La Cosa Más Especial del Mundo



Se conocieron un verano. Él tenía 16 años y ella acababa de cumplir los 17 hacía poco tiempo. Ella era hermosa como un atardecer sobre el Egeo, y él, bueno, el era un joven espigado lleno de arrojo e ilusiones. Pasaron todo el verano juntos, como una pareja de enamorados destinados a estar juntos el resto de la vida. Ella, por su belleza y encanto, tenía a sus pies a multitud de pretendientes que querían hacerla suya, pero orgullosa, hacía caso omiso a todos salvo al joven.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Relatografías XVII - Cielos de Choque



La luz pálida y azulada del quitamiedos de la habitación creaba un ambiente tranquilo. Yo ya era mayor pero aún así me gustaba sentir esa calma y esa seguridad que me confería aquel suave resplandor. Mi madre llegaba siempre a arroparme un par de minutos después de haberme acostado y charlaba conmigo antes de dejarme de nuevo a solas para mi descanso. Siempre cuidaba mucho de mí, tratando de protegerme de los peligros del mundo exterior. Ahora, una vez que yo me encuentro en su situación, lo entiendo perfectamente.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Relatografías XVI - Fuego y Paz



Pensar cómo he llegado hasta este punto sería una tarea larga y ardua de explicar. Mientras me alejo lentamente sin mirar atrás, el fuego va devorando poco a poco todo con su lento crujido, como si lamentase hacer lo que está haciendo, pero al mismo tiempo sin poder evitarlo. Las llamas se elevan buscando el aire, el cielo tal vez, sabiendo desde el principio que su vida será breve.