jueves, 21 de marzo de 2013

Cuando la memoria es lo único que nos queda I

Durante este último mes estuve desconectado del blog, aunque muchas imágenes han dado vueltas por mi cabeza no las plasmé aquí.
Hace unas semanas perdí a mi abuela, recordé muchos momentos, imágenes que siempre me acompañarán pero que únicamente quedaron en mi recuerdo.

Mi amor por el cine me persigue desde que tengo recuerdo, pero mi pasión por la fotografía apareció en mi vida hacer relativamente pocos años. Y la decisión de dedicarme a ella hace menos aun.

Como os conté en anteriores entradas en el blog el año pasado me sumergí en el Proyecto 366.
La idea de hacer una foto cada día me obligó a no separarme de mi cámara nunca. Eso hizo que además de un proyecto fotográfico se convirtiera en un diario, algo que me haría recordar cada día, ya fuera por el hecho en si que mostrara la imagen tomada o por lo que había detrás.

Esta imagen por ejemplo, que ya tiene un año, y que para mi explica perfectamente los últimos años de mi abuela. Ella sentada en su sillón, junto a la terraza y con las únicas vistas que tenía al exterior.




O esta imagen, una foto de mi padre mientras hacía la mili en Ceuta. Una foto que no recordaba y que buscando en un cajón otra cosa acabé encontrando. No es difícil entender porqué dicen que nos parecemos tanto. Para los que no me conocéis mi padre es el de la izquierda.


Días en los que te sientes encerrado.


Momentos en los que te pones en la piel de otras personas. Como esta niña que a duras penas llego hasta la puerta del Teatro para ver El Rey León, ese día había huelga general y esa niña tendrá un recuerdo de esa obra pero no el que su padre quería.


O cuando intentaron ocupar el piso que hay frente al mío y que llevaba años deshabitado. Esa noche tuve que llamar a la policía, al día siguiente volvieron a venir y finalmente, por la tarde, fue la familia la que se impuso y consiguió que se fueran de allí dos "okupas".
Pero sabiendo que había hecho lo correcto la culpabilidad me atrapó al descubrir que aquellos dos "okupas", eran en realidad una madre de apenas 18 años y su bebé.


Hay momentos en que las emociones te ahogan aunque, en principio, no te afecte directamente esa situación.
Yo nunca he bajado a una mina y no puedo ni imaginarme lo que es pasar 30 años de tu vida trabajando en en la inmensa oscuridad, cuando sobre tu cabeza se encuentran preciosos parajes de Asturias. Apenas había escuchado "Santa Barbara Bendita" hasta esa semana pero cuando los mineros llegaron a Madrid caminando desde su tierra, con ese himno, tanto ellos como yo nos emocionamos. Mineros, ciudadanos, personas sin más que al ver tantas emociones y apoyos solo podían devolver los aplausos mientras los dedicaban un por uno a los que estábamos allí.


Hay días llenos de emociones contrapuestas, imágenes que te recuerdan una cosa y la opuesta, estas las mantendré siempre conmigo para no olvidar y no tener la posibilidad de cometer grandes errores.  


Otros momentos te llenan de felicidad, como cuando tus dos pasiones se pueden unir y estás de nuevo en un rodaje, junto a tu cámara de fotos.

Pero también es importante que las imágenes te recuerden que vas quemando etapas y lo que queda plasmado; se convierte en pasado instantáneamente.



Tal vez os preguntéis ¿ Porqué nos cuenta todo esto?
Realmente la respuesta, es de lo que os quería escribir hoy, pero lo que iba a ser una introducción se me fue de las manos. Espero que me lo perdonéis y hoy reflexionéis sobre la importancia de las fotos que tenéis y que se han convertido en instantes congelados, recuerdos que pensáis os acompañarán toda la vida y que podréis mostrar para poder transmitir a los demás vuestras emociones y sentimientos.

Fotos que no son solo vuestras, sino del mundo.

Pensad sobre ello y mañana escribiré la continuación.

8 comentarios:

  1. Maravilloso!! Y gracias por hacerme partícipe de todo ello.

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  2. Ohhhh...me encanta este post...saca lo mejor de ti. Simplemente....Enhorabuena!!!
    Natalia.

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  3. Simplemente precioso
    Vir

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  4. Muchas gracias Alexandra, Natalia y Vir.
    Espero que la segunda parte os "guste" tanto como la primera.

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  5. Pedro me dejas sin palabras, como muchas de tus fotos, en fin que decirte ánimo y fuerza porque el talento te sobra.

    Un abrazo.

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  6. Cada día te veo mejor. Eres grande Pedro, y eso me hace sentir afortunado de compartir sangre contigo.

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    Respuestas
    1. Es lo que tenemos en común primos y vampiros.
      Gracias Alfredo, pronto formarás parte de este proceso.

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